Esta vez nos tocó ir a la ópera. El Carlos andaba reculto, asi que nos propuso ir a la ópera con sinfónica. Ya que era bueno, bonito y barato, pues dijimos que si.
Como requisito me exigió que no me fuera de fachas (no se porqué, si yo soy re-elegantioso) pues decidí irme medio arreglado de una vez. La función costó 1000 yenes (100 pesos) ya que era la orquesta de la Universidad de Tohoku, pero la verdad valieron la pena. Muy profesionales los chavos, muy bien organizado todo, la publicidad excelente. No soy un experto en este tema, pero la verdad la manera en que organizan los japoneses todo es siempre muy meticuloso. Un buen show barato para cultivar la cultura 🙂
En enero hay otro, chance y nos animemos…
Por lo pronto, después de la ópera nos lanzamos a comer yakiniku y de ahi a lo único rescatable de macdonals: macfurry. Cotorreamos un rato, y a las 12 nos fuimos, después de pagar 100 pesos de estacionamiento (y se quejan de guadalajara, jajaja, si como no).
ja ne!
Uy que profundo y con mensaje nos salistes, y aparte de todo culturoso.
La opera es fascinante si esta bien montada (luego les da por hacer cada exotiques, que buenooooooo).
Yo he visto un par de ellas y la experiencia es MARAVILLOSA, mas cuando tienes idea de que onda con la historia.
Que bueno que se estan dando chance de ver tanto mundo 🙂
Un abrazo y pasen felices jiestas 😛