Pues ya empezó esta semana el nuevo semestre en la universidad, con varias cosas interesantes.
Para empezar ya no debo tomar clases de maestría, ya que ya cubrí todos los créditos necesarios de clases. El resto de créditos son de seminario, y obviamente la tesis. Quería tomar una que otra clase adicional, aprovechando, pero al parecer no se va a poder. La que me interesaba, de análisis de imágenes, el profe no da slides (lo que significa que debo adivinar los kanjis garabateados en el pizarrón), asi que aunque lo deseaba, veo difícil que le vaya a entender… a ver que decido este fin de semana. La otra clase era de seguridad, encriptacion y no se que tanto los jueves a la segunda hora. Pero a esa hora tengo mi única clase en la que seré asistente de profesor, o sease, la unica hora y media en la que trabajaré, asi que pues como ya quedé y todo, no puedo cancelarlo. Ni modo.
Ahora bien, las clases de japones las quiero y tengo que retomar. Me planeo inscribir a 5 clases nivel 4, que es algo asi como intermedio avanzado, tirandole a 2kyuu de japonés. Va a estar muy cansado, voy a tener que leer mucho y hacer mucha tarea (porque tengo varios huecos de conocimiento?, pero es lo mínimo que quiero hacer si deseo subir mi nivel y tentativamente conseguir un baito de algo para tener más de baro.
La Yessica anda estudiando todos los dias como 8 horas mínimo, asi que no me queda de otra que ser solidario con ella y no quedarme atras, pero es bueno, porque ya me hace preguntas que me quedo… “er… si…”.
De mi investigación, hoy fue mi presentación, y me fue mejor de lo que esperaba, pero si quiero acabar rápido y tener conferencia o algo el primer año, debo y quiero darme la recia. Se acabaron las vacaciones.
Asimismo, he estado pensando en agregar a veces contenido de cosas interesantes al blog, no solamente tipo diario, sino artículos o cosas interesantes que me tope.
En fin, mucho que hacer, lo cual es bueno.
じゃね！
Pues la universidad en la que estudio cumplió 100 años de fundada, y hicieron un festival muy grande, en el que vinieron personas de todas partes del mundo a celebrar. Digo, 100 
años no se cumplen todos los días.
enía que hacer 2 bailes: uno en el escenario principal (espectáculo de los 100 años) y otro en el escenario secundario (festival internacional normal). Además era una cosa llamada fashion show, que era nomas presumir el traje típico, para los que no saben bailar. Asi que tuvo que estar en 3 “performances”, y pues si estuvo algo cansado. Digo, yo no hice nada, pero como el carro no lo podíamos dejar dentro del campus, lo tuvimos que dejar bien lejos, y llegamos desde las 11am, a ensayar, ensayar, luego medio comer, luego ir por las cosas al estacionamiento, vestirse en friega, ir al otro escenario, esperarte a fuerzas porque querían que todos se movieran de un lado a otro como hermanitos de la caridad, y luego ir al otro escenario. Yo me cansé y eso que solamente estaba de aguador, creo que Getza se cansó más.
Pues nunca había ido a una alberca en japón, y afortunadamente, una de las amigas de Yessica (la señora Kawashima, con la que a veces vamos a lectura de la biblia) nos invitó a una de estas alberquitas.
Ya una vez que llegamos ahí pues estuvo chido. Como todas los lugares interesantes por acá, estaba hasta el gorro de lleno. La alberca parece una playa artificial. Les quedó bonito el lugar. Inclusive, como está techado, hace mucho calor y en la orilla a veces “llueve” supongo, para refrescar a los que no se animan a meterse mas al fondo. Había olas que a veces activaban, y eso sí, NO se puede nadar por falta de espacio.
Había una especia de pseudo-toboganes que mi carnala Vanessa de 13 años dudo que se asuste, pero bueno, me formé para ver que se sentía, y efectivamente, estaba muy relax. Había una alberca que estaba en el segundo piso, y en la cual la gente como que camina y camina. Me quedaron ganas de meterme, pero ya no alcancé. En el segundo piso 
también hay como restaurantes y la comida estaba 2-3.
Una vez que llegamos a la estación de Okunikawa, para no cargar, atrás de una piedra dejamos toda la comida medio escondida, esperando que no se la robaran, pero no la queríamos cargar tampoco, así que nos arriesgamos.
s… (bueno, así me pareció), y a los 30 minutos llegamos a la bajada que puse en la foto, y que era nuestra meta, pero como había llovido mucho, estaba cerrado ahí.
tramo, hasta que llegamos a otra bajada, y pues bajamos, y bajamos, hasta llegar a la cascada. Muy bonito, PEEERO al entrar al agua estaba he-la-da. Como no tengo madera de martir, pues solamente los vi mojarse, porque si los pies se me acalambraban, no quiero imaginar otras partes del cuerpo como les iba a ir 🙂
esar de las dudas que teníamos de si era tan seguro como afirmaban que decían (especialmente el chavo japonés). Nos fuimos ya mas cerca de la estación y al lado del río comimos mucho y muy bueno. Ya despues regresamos y tomamos el tren de regreso, no sin antes ver a un señor que había pescado algo, y para desagrado de Yessica, andaba limpiando al pescado.
Llegando a la ciudad Yessica y yo nos fuimos a pasear por el centro, nos subimos a uno de los edificios más altos, y tomamos varias fotos. De ahi, pues nos fuimos a la casa a descansar.
Pues no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla, y llegó el tan esperado, famoso, y concurrido Tanabata 🙂
za no le había tocado ver el desfile, asi que este año al parecer, lo disfrutó mucho. Le iba a decir que escribiera esta entrada, pero como siempre anda en friega, mejor lo hice yo.
Pues como cada año, en este día hay fuegos artificiales. En varias partes de Japón hay fuegos artificiales, uno de esos lugares llamado Matsushima, que este año no fuimos porque para variar llovió ese día; hay otros lugares no tan lejos como Akita, al cual espero que podamos que ir el próximo año.
uegos artificiales es en un puente, que de hecho ahí estuvimos al año pasado. Sin embargo, este año para no complicarnos la vida con el gentío que por el ser el mejor lugar siempre hay, fuimos a un lugar un poco mas retirado, pero que la vista estaba bien… si no fuera por el gentío que estaba pase, y pase, y pase, y pase. Todos quieren ir a ese lugar el próximo año, pero tendré que hacer labor de 
convencimiento para ir a otro lugar mas cerca porque, a pesar que está bien el lugar, si está algo retirado, y es muy molesto que tantas personas estén pasando y no me dejen ver.
Pues acá en Japón hay temporadas para todo: para ir a la playa, para BBQ, para esquiar, comer ramen frio, etc.
… serán fresedos? juar juar). Una vez ahí, te dan un botecito para la basura, y tienes 1 hora para comer todas las fresas que quieras. Obviamente hay que cortarlas, y están sucias y sin desinfectar (lo cual nos dio medio miedo por aquello de las amibas), pero como dicen “al país que fueres haz lo que vieses”, pues nos fuimos a cazar las famosas fresitas.
El costo fue de aproximadamente 700 yenes (70 pesos mexicanos) si mal no recuerdo. Ya que éramos varios, nos fuimos en 2 carros. Nos perdimos un buen rato, teníamos hambre, el Fukushima (al que yo estaba siguiendo) andaba perdido y no quería
preguntar (donde he visto eso…? ah.. asi soy yo), pero pues llegamos, nos explicaron, comimos, y de ahí nos fuimos a comer a un restaurante de ramen, porque nos quedamos con hambre juar juar.
Pues esta vez una de las amigas de Yessica como que organizaron un viaje a matsushima (donde hay fuegos artificiales, barcos, templos), asi que pues como era gratis y sonaba interesante, fuimos 🙂
omo 15 personas, y en general estuvo relax, interesante, y convivimos con las amistades de Yessica.